Obispo Infanti en la Mira
OBISPO INFANTI EN LA MIRA
Peter Hartmann, Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida.
Sin lugar a dudas está instalada la polémica, primero aquella nacional y mundial sobre los problemas que tiene la Iglesia Católica con religiosos abusadores sexuales y pederastas y parte de ella, es la que incumbe al Obispo Vicario Apostólico de Aysén, Luis Infanti. Porque para que estamos con cosas, sin la polémica nacional centrada en el caso Karadima y el Obispo Barros, tal vez los hechos del Hogar San Luís, de la Obra Don Guanella, probablemente no habrían vuelto a ser noticia. Es parte de un destape, en que han estado apareciendo varios casos más y la tendencia parece ser pedir las cabezas de los obispos. Por cierto, esta crisis de la iglesia que es mas profunda que solo algunas de sus consecuencias, viene arrastrándose desde hace mucho tiempo y a su interior, al igual que en otras institucionalidades también hay “manzanas podridas” y que a falta de vocaciones y religiosos, el trato con ellos era mas bien con guante blanco. Por lo visto el Papa Francisco, no sin sus tropiezos, está intentando encarar al menos una parte de esa crisis.
Ahora, en cuanto a las acusaciones que se hace al Obispo Infanti, tenemos la impresión que al menos una parte de ellas son bastante de aprovechar la contingencia nacional para tratar de sacar a un prelado que le resulta poco digerible a algunos sectores. Y para que estamos con cosas, el Obispo Infanti al involucrarse en el Caso Aysén, el Movimiento Social, con la Carta del Agua en Patagonia sin Represas y luego con su propuesta contra la pobreza económica estructural, se ha conseguido importantes y poderosos enemigos. Es cosa de leer los argumentos que se esgrimen contra su persona y en ellos aparece la molestia de sectores políticos involucrados y que hasta se identifican con HidroAysén y Energía Austral. También aparecen resentimientos de otra índole y en general bastante odiosidad y pasadas de cuentas. Es fácil juzgar a dedo desnudo y abrir un juicio popular para crucificar al Obispo, mientras los abusadores culpables y sus jerarcas pasan al olvido.
En cuanto al caso del Hogar San Luis, por lo que uno se entera, ahí efectivamente había “Sodoma y Gomorra” con religiosos involucrados. Y la pregunta que se hace la gente es como no se filtró, como el Obispo no sabía que estaba ocurriendo y porque no hizo algo para parar los abusos. Su respuesta es que solo se enteró en el 2005, con lo que los delitos se denunciaron a la justicia. Recuerdo que esto se hizo público en esa época con lo que evidentemente autoridades políticas que hoy rasgan vestiduras, podrían también haber hecho bastante por abrir un debate y exigir a que se hiciese justicia, lo que por desgracia no ocurrió. Así es como jamás hubo alguna crítica al Poder Judicial por el mal trabajo que hizo. De hecho, el único inculpado y detenido por abusos logro escaparse. Claro, es más fácil y está más de moda pedir la cabeza del Obispo. En cuanto a que el Obispo no tratase el caso internamente, él contesta que no tenía las herramientas necesarias, y por lo demás, esa forma de actuar suele criticársele a la Iglesia por considerarla un encubrimiento. O sea, en este caso se le dio en el gusto a esos críticos. En cuanto a que como el Obispo no se enteró antes de lo que ocurría con religiosos subalternos, nos consta que la orden Don Guanella y sus religiosos en la región actuaban como “república independiente” (de hecho no dependían del Vicariato) y esto solía provocar conflictos. Así, por ejemplo, el Padre A. Ronchi provocaba constantemente conflictos internos con los obispos de turno y finalmente traspaso varias propiedades conseguidas como religioso a la Fundación Zona Austral dirigida entonces por el Senador Horvath. En la Villa San Luis por lo visto era igual o peor. Y en cuanto a la Sra. E. Cerda, cuidadora de ese hogar y que recurrió al Obispo en el 2001 al ser desvinculada y que según ella le había denunciado los abusos, y el prelado dice que no fue así; es la palabra de una versus el otro, y pasado tantos años capaz que alguno o ambos se estén confundiendo.
Finalmente, está claro que hubo un caso grave de abusos en los cuales la Iglesia Católica de Aysén no reaccionó o no pudo reaccionar a tiempo y donde el Obispo, una vez enterado tal vez pudo haber hecho más por sanar heridas de las víctimas y dejar en claro las responsabilidades. También estimamos el Obispo, como todo humano, pudo haber cometido errores y descuidos. Y por cierto, hasta nos sentimos un tanto responsables de haber distraído la atención y el valioso tiempo del monseñor Infanti en mega-causas de importancia nacional como la defensa del agua como derecho humano y para la vida de la Madre Tierra y Patagonia sin Represas. Y la gente víctima del caso Aysén, sabemos que también le agradecen su involucramiento. Y por eso, nos parece que vale destacar y se agradece su humilde petición de perdón como Obispo Vicario Apostólico. Una petición que nos parece merece respeto y que no se ha conocido de parte de otros obispos involucrados en casos de abusos. Por lo demás, sería bueno como sociedad nos preguntemos que hicimos en lo concreto para evitar que esos niños no llegasen a ser abusados.