Habitar en Forma Sostenible el Territorio Rural
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
En alguna forma esta columna, casualmente, será continuación de aquella anterior en la que mencionamos el modelo neoliberal, la ausencia de fiscalización y el doble estándar.
El jueves pasado, participamos del evento «Habitar en Forma Sostenible el Territorio Rural», en el cual autoridades de gobierno entregaron su visión y en que están trabajando sobre este tema, algunos seremis dijeron su parte y hubo un panel de representantes de la sociedad civil. Y todo esto, causado por el boom de parcelaciones. Por el lado del gobierno, vimos principalmente la presentación del problema y sus consecuencias, las ganas de enfrentarlo y una batería de políticas públicas de ordenamiento territorial. La verdad es que en esa parte nos entró la sensación de que hay buenas intenciones, buscar soluciones planificando; un mundo un tanto fantástico hoy en día, mientras la cruda realidad es el neoliberalismo, en lo que los especuladores inmobiliarios se están defendiendo con dientes y uñas. De hecho, las han emprendido con varias iniciativas legales con que han llegado hasta la Corte Suprema. Y apoyo político no les falta.
En cuanto a los servicios públicos, tanto el Director del SAG, como la seremi del MINVU, aparte de buena disposición, se lavaron las manos con que no cuentan con capacidad de fiscalización. Lo mismo debe ocurrir con los Municipios. La verdad es que, además, hay que decir que durante años, en gobiernos anteriores, actuaron con manga ancha aplicando la regulación existente en forma laxa y cuando actualmente desde los ministerios intentan aplicar la ley en forma mas rigurosa, se encontraron con un frente de loteadores muy beligerante. Es más, estos servicios nunca mencionaron siquiera que una parte de esos loteos debió haberse acogido a evaluación ambiental, o por ser mayores a 80 parcelas resultantes o por afectar áreas protegidas. De hecho, hasta hoy cuesta aplicar esa parte de la ley del Medio Ambiente.
La cuestión, es que también hay una iniciativa de modificar la legislación para poder resolver mas a fondo el problema. Está por verse la suerte que correrá en el Congreso, que no esta muy como para estos bollos.
El anterior es uno de los tipos de parcelación. El otro, es aquel para citadinos de la Zona Central que buscan invertir en un terreno y tener su lugarcito en el paraíso aisenino y que son las principales víctimas de inmobiliarias sin escrúpulos que compran campos, muchas veces en lugares recónditos y de bajo valor, para lucrar vendiendo parcelas con información falsa, sin agua, electricidad, equipamiento y donde el impacto ambiental es alto. En cuanto a los loteos con aplicación de ley de Conservación Real y loteos «ecológicos», habría que hacerles la prueba de la blancura o evaluación ambiental caso a caso. En todo caso, también es un problema de cantidad de parcelas y calidad ecológica del lugar. Así, por ejemplo ¡ya hay 4500 parcelas aledañas al Parque Nacional Cerro Castillo!