Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

El viernes pasado estuvimos en la presentación del libro digital “Arreo Histórico del Baker” de la fotógrafa y diseñadora Milenka Heran. Luego vimos ese libro en www.pobladoresaustrales.com y esta realmente muy hermoso y constituye un gran aporte para conocer más sobre la belleza, historia y cultura del Baker.

Por nuestra parte, también nos encontramos en estos momentos preparando un libro: “Historia, Exploraciones, Defensa y Ambientes del Baker”, con apoyo del FNDR 7% del Gobierno Regional de Aysén, por lo que, por un lado, estábamos curiosos sobre con que nos sorprendería Milenka, cuyo trabajo con financiamiento del FONDART desconocíamos. Y por otro, a estas alturas le sacamos el sombrero a todo quien se dedique a investigar y publicar sobre estos lugares, y quienes no son muchos. De hecho, recién en los últimos años, en parte gracias al trabajo de Mauricio Osorio, descubrimos todo un nuevo mundo acerca del territorio, cultura e historia de la segunda cuenca hidrográfica en tamaño del país (con su parte argentina sería la mayor) y el valle donde fluye el río más caudaloso y que desagua al lago más grande del país. ¡Algo no menor! Mientras escribíamos nuestro propio libro, nos dimos cuenta que aún hay muchísimo por investigar, que éramos los primeros en sistematizar las exploraciones e historia, que aun hay harto que agregar y que lo mismo ocurre con la defensa del Baker. Con la parte ambiental, nos llevamos, también, la sorpresa de que pensábamos ya estaba investigada y escrita, pero resulto todo lo contrario. La verdad es que llama la atención que en un lugar tan importante de nuestro Chile exista tan poca investigación y esté casi todo por hacer. No fue casualidad que la línea base ambiental de HidroAysén se hizo prácticamente en territorio desconocido para la ciencia, lo cual evidentemente  (aparte de  vergonzoso) era un riesgo, ya que no había como constatar la veracidad de esa información. Y ya a casi una década de la muerte de dicho megaproyecto, eso ha cambiado casi nada.

La verdad es que este trabajo pionero que hacemos quienes investigamos y publicamos a duras penas sobre el Baker y otros territorios aiseninos, pasa medio desapercibido y es poco reconocido; mal que mal, así es nuestro país. Por nuestra parte, nos percatamos de la importancia de lo que hacíamos como organización ambientalista metida a cosas culturales, cuando en nuestra última visita a Tortel, hace algunos años, fuimos a despedirnos de nuestra hospedadora, Gricelda Miranda, y nos encontramos con ésta haciendo tareas con su hija en base a nuestras cartillas de años anteriores sobre el patrimonio tortelino. Y según Gricelda, es lo único que tenían. Con eso recordamos, cuando en alguno de nuestros talleres en Tortel preguntábamos a los asistentes sobre la toponimia de su comuna y nos encontramos con un gran desconocimiento. ¿De que identidad y cultura local hablamos, y que les vamos a decir a los turistas, si no sabemos ni el porqué de los nombres locales? Y peor aún, no falta la desinformación, como cuando en el sitio web del MOP se informaba que el Paso San Carlos lo había construido Lucas Bridges, cuando en verdad fue la Comisión de Límites en 1901-2 a cargo del ingeniero Ricardo Michell; la primera obra de ingeniería y corte en roca de nuestra región.

Entonces, Milenka junto con sus hermosas fotos e investigación sobre la cultura y arreos del Baker, sobre las rutas históricas y sobre la artesanía y aventuras que hacen y corren quienes se dedican a eso, además, aporta fotografías hasta ahora casi desconocidas de Lucas Bridges y Carlos Oportus, lo cual es otro gran aporte. ¡Conseguir eso no es tan fácil! Por otra parte, vale reconocer también el aporte de Lautaro Arratia y sus compañeros, ya que no siempre se comprende y colabora con los “intrusos”, fotógrafos, mirones y preguntones, mas aun en este caso una mujer. Es más ¡hasta organizaron y realizaron un arreo por donde ya hace tiempo no se hacía! Y la ruta histórica esa, donde hace años anduvimos también, en su momento fue una senda de 6 metros de ancho con 2 metros limpios y destroncados, construida por la Comisión de Limites (Michell) desde Puerto Carlos, aguas abajo de El Saltón del Baker y que vuelve innavegable el río, por 76 km. hacia el Lago Cochrane  y un ramal a valle Chacabuco y Puerto Bertrand de 55 km. Esta senda posteriormente los pobladores del sector Lago Vargas y Ventisqueros la prolongaron hacia el oeste para acceder a sus campos. De hecho, en el 82 en Lago Vargas contaban que se demoraban tres días en llegar desde ahí a Cochrane y que antes demoraban por ahí varias semanas en ir a Argentina a abastecerse. Esa senda, hoy por falta de uso está desapareciendo entre el matorral. Su recuperación como ruta patrimonial podría ser también de interés turístico y en parte hasta una interesante alternativa al camino Austral para circuito de caminantes, cabalgantes y ciclistas.

*fotografía aérea del delta del Baker, se aprecia en el centro a la izquierda Caleta Tortel y si pista de aterrizaje. En el centro a la derecha estaba Bajo Pisagua y al frente un poco hacia abajo la Isla de los Muertos. Arriba los canales del fiordo Calen.