Ante la noticia de este viernes 12 sobre un huemul muerto por ataque de perros en Cochrane, debemos constatar que no es el primero ahí y se le suman aquellos muertos en el valle del río Claro, cercano a Coyhaique. Seguramente hay otros, de los que ni siquiera llegamos a saber. A estos huemules, nuestro ciervo heráldico, en peligro de extinción, es necesario sumar las muertes de aquellos atropellados en la carretera que cruza el Parque Nacional Cerro Castillo y los contagiados con enfermedades del ganado vecino.

Por lo tanto, nos parece necesario declarar que:

Si bien existen algunos esfuerzos por parte de la institucionalidad estatal para evitar la muerte de huemules por causa antrópica, vale hacer presente que se traduce en acciones esporádicas y parciales, y que requieren una visión y acción más integral. De hecho, no son solo los huemules quienes sufren las consecuencias de la acción humana y su fauna y flora exótica introducida e invasiva, doméstica, asilvestrada, plaga y demás apellidos.

Por lo tanto, nos parece que es necesaria  una visión y acción integral que se traduzca en contar de una vez por todas con las políticas respectivas, con que se respete lo comprometido por nuestro país en la Convención para la Biodiversidad, con la creación, al fin, del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, que las reparticiones estatales efectúen evaluación ambiental de sus proyectos (como la carretera en un parque nacional), que se  legisle respecto a la tenencia responsable de perros y  de perros asilvestrados y que la institucionalidad estatal en su totalidad tenga una actitud preventiva y precautoria en lo que respecte a biodiversidad, especies amenazadas y áreas protegidas. También es necesaria la consideración de corredores biológicos y de la flora y fauna amenazada, también en las parcelaciones que aprueba el SAG en virtud del Dcto.3516 y cambios de uso del suelo.

CODEFF Aisén

Agrupación Aisén Reserva de Vida

Coyhaique 13 de noviembre 2021.