Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Hace algunos días se constituyó en Coyhaique el Comité Asesor Regional de la Agenda 2030, con participación de la Subsecretaria de Evaluación Social del ministerio de Desarrollo Social y Familia, varios secretarios regionales y otras autoridades, dirigentes del empresariado y organizaciones de la sociedad civil.

´Vale recordar, que la Agenda 2030 es una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, que fue acogida por amplia mayoría de sus países integrantes en el 2015, constituyéndose el Comité Nacional (Chile) en el 2016. Ocho años después, pandemia de por medio, nuestro Aisén pasa a ser región piloto en su difusión y aplicación. Con pandemia y todo, por lo visto, esta agenda no parece ser prioridad para nuestros gobiernos. Y de paso, ha sido víctima de la desconfianza y confusión político comunicacional que reina últimamente.

¿Y de que trata esta Agenda? Pues, sus objetivos de Desarrollo Sostenible, en síntesis, son: 1. Fin de la pobreza; 2.Hambre cero; 3. Salud y bienestar; 4. Educación de calidad; 5. Igualdad de género; 6. Agua limpia y saneamiento; 7. Energía accesible y no contaminante; 8. Trabajo decente y crecimiento económico; 9. Industria, innovación e infraestructura; 10. Reducción de las desigualdades; 11. Ciudades y comunidades sostenibles; 12. Producción y consumo responsables; 13. Acción por el clima; 14. Vida marina y submarina; 15. Vida de ecosistemas terrestres; 16. Paz, justicia e instituciones sólidas; 17. Alianzas para lograr los objetivos. Como se puede apreciar, se trata de algo bastante idealista, altruista, un sueño para un mundo mejor, y una continuidad de los ”Objetivos del Milenio”, meta anterior de la misma ONU. Buscarle las cinco patas al gato a algo así y si bien uno puede cuestionar alguno de esos objetivos, es harto difícil. Ahora bien, por nuestra parte, encontramos que esos objetivos son bastante ilusorios y difíciles de realizar. Eso, porque el mundo real y quienes detentan el poder “están ni ahí” con esto.  Vale recordar que con un cuarto del billón de millones de dólares de los gastos militares anuales mundiales se podría solucionar esos problemas, ahora objetivos de la Agenda 2030. Y aquí vale recordar también, que la ONU es la sucesora de la Sociedad de Naciones y se conforma justamente tras la 2ª Guerra Mundial, para promover y defender los derechos humanos y la paz mundial. Y sin embargo no lo ha logrado; esto, porque en su Consejo de Seguridad las potencias mundiales cuentan con poder de veto.Y resulta que esas potencias habitualmente están involucradas en esas guerras que son un gran negocio para su industria armamentista y/o está en juego algún objetivo geopolítico de sus respectivas aspiraciones imperialistas.

Entonces, esta claro cuál es uno de los sectores que ponen en tela de juicio (y deben reírse de) esta Agenda. Otro sector, que suele estar cercano al ya enunciado, son los nacionalistas.

El tercer sector al que no le interesa la organización de naciones y sus objetivos de sustentabilidad, que no sean negocio para las transnacionales, es aquel de las corporaciones de la globalización económica. En su momento, se advirtió que esta globalización traería consigo el resucitar y fortalecer de los nacionalismos. Y eso hoy es innegable. Extrañamente, hemos visto que en ocasiones ambos sectores (transnacionales y nacionalistas), de una u otra forma, colaboran mutuamente. A tanto la confusión. Al respecto de este grupo de la globalización económica, no por casualidad existe el libro “Cuando las Transnacionales Gobiernan el Mundo” (D. Korten; 1995), en el cual demuestra que esas corporaciones mueven mas millones que varios países juntos y cuentan con un tremendo poder y sus propios organismos de acuerdo, como aquel de Bretton Woods. Es más, hay países poderosos que suelen actuar en función y hasta a las órdenes de  transnacionales. Y así vamos a encontrar que más de algún acuerdo del G7, la Comunidad Económica Europea y otras, son funcionales a los intereses de las corporaciones. De hecho, en este grupo están las famosas cien empresas que causan el 71% de los gases efecto invernadero mundiales y que hacen de todo para desacreditar los esfuerzos para enfrentar el cambio climático.

Finalmente, esta el sector mas bien escéptico, “conspiranoico”, desconfiado y que suele confundir a los sectores globalizados, económico y militar, con la organización mundial de naciones, la de los derechos humanos, la equidad, la sostenibilidad, la paz y la solución de problemas básicos que aquejan a la humanidad. Lo peor de su desubicado actuar, es que terminan siendo funcionales a los sectores a los que piensan se están oponiendo (y esa debe ser la idea de aquellos).

Por último, esto de pretender un mundo mejor, sustentable, equitativo, en paz, sin hambre, solucionando los problemas, entre ellos la crisis climática, para nosotros las organizaciones de la sociedad civil, no es novedad. Estamos desde siempre en eso, de hecho, en lo del cambio climático y sustentabilidad y varios otros objetivos, estuvimos mucho antes que la institucionalidad estatal. A tanto que nuestra propuesta Aisén Reserva de Vida, es algo parecido a esta agenda a nivel regional. O sea, vamos adelantados al sistema. (En todo caso, igual pensamos que la ONU y muchas naciones, se han ido convirtiendo en una gran burocracia mundial que debiera esforzarse más por lograr sus objetivos).

 

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