Opinión

EL «SALMON SUMMIT» Y LA REALIDAD

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

En estos últimos días al menos hubo dos acontecimientos relativos al Estado Salmonero. Por una parte, estuvo el “Salmon Summit” organizado por Salmon Chile en el Teatro del Lago de Frutillar, y por otra, nuestra denuncia de ocho casos de basurales, infraestructura abandonada obstruyendo el tránsito, riesgo de contaminación por hidrocarburos y enmallamiento de lobos marinos y cormoranes. Por un lado, el mundo teatral y de marqueting para políticos y la opinión pública, y por otro, la triste realidad que solo conocen quienes viven en el litoral.

Los casos que denunciamos a SERNAPESCA y la Superintendencia del Medio Ambiente y que ya están siendo investigados, los recibimos de parte de Paolo Matissine y Daniel Canuillan, pescadores conocedores del litoral.  Y a todos quienes conocemos algo ese litoral, nos consta que son un cuadro demasiado común y que además solo es la punta del tempano. ¡Lo que ocurre bajo la superficie, que pasa desapercibido a nuestras vistas y que afecta gravemente a la biodiversidad, es mucho peor! Estos casos denunciados se encuentran en las comunas de Las Guaitecas (1), Cisnes (4) y Aysén (3), de los cuales uno además se encuentra en la Reserva Nacional Las Guaitecas. Entre ellos, hay basurales de plástico, pasarelas y construcciones abandonadas y obstrucción al paso con riesgo de colisión en el canal Picalito e isla Sin Nombre, cercanos a centros de MOWI y AquaChile. Hay centros abandonados en el canal Ferronave, Isla Larenas, cercanos a centro de MOWI, con riesgo a la navegación, basurales y contaminación del fondo marino, bivalvos y lobos muertos.  En La isla Transito (Reserva Nacional Las Guaitecas) se encuentran unos pasillos abandonados en la costa y bajo el agua cercanos a centros de AquaChile y Calbuco SPA. En el canal Refugio, cercanos a un centro de Aqua Chile, se encuentran lobos y cormoranes enmallados muertos y aun sobrevivientes. En el Grupo Herrera cercano a un centro de Los Fiordos hay un pontón con hidrocarburos con riesgo de inmersión. En la punta Victoria de la isla Churrucué hay pontones abandonados y otros desechos de la procesadora Cailín. Y en el grupo Los Muertos / Isla Canalad, hay estructuras sumergidas abandonadas, esto al costado del Parque Nacional Isla Magdalena (este caso lo pesquisamos en un sobrevuelo). Justamente, cuando dábamos a conocer estos casos, Daniel Torres de Destino Patagonia, denunciaba ¡otra vez! tremendos basurales de plástico desde la orilla norte del Itsmo de Ofqui, Parque Nacional y Reserva de la Biósfera Laguna San Rafael.

Ahora, en el mundo ideal del “Salmon Summit” (idioma extranjero si no equivocamos),  un evento que evidentemente es otra muestra de poderío por parte del empresariado salmonero para marcar la cancha ante el proyecto de ley de Acuicultura, se quejaron por la sin presencia del gobierno (aunque vimos foto de despistadas  autoridades gubernamentales de Aysén), del “ninguneo ahogándolos frente a la competencia” (Noruega), “tenemos mejores indicadores ambientales y productivos, pero unos altos costos debido a la maraña de regulaciones” (A. Clement). Aunque la conclusión fue de la necesidad de “una visión conjunta del Estado y sector privado, basada en el conocimiento científico y un compromiso con la sostenibilidad y el progreso económico del país”.

Aunque en ese “Summit” lo que mas llamó la atención fue una “charla magistral” por parte del ex presidente Frei Ruiz Tagle, en la cual atribuyó a la industria salmonera el “crecimiento del sur de Chile sin recibir subsidios del Estado” (“sin un peso del Estado”) y que “necesita duplicarse a los próximos treinta años”. Agregó, que el sector está capacitado y tiene la gente para hacerlo. La verdad es que esas tremendas declaraciones, las cuales vaya a saber de dónde las sacó, nos dejaron atónitos.  Cuando se sabe que la industria salmonera funciona gracias a concesiones de mar chileno otorgadas por el Estado, incluso a empresas de la “competencia noruega” , Estado que hasta permite hipotecarlas (¡con bancos noruegos!) y que buena parte de esas concesiones se encuentran en mar del Sistema de Áreas Protegidas del Estado (¡¿mayor subsidio cuál?!), ahí donde funcionaron durante décadas con chipe libre de parte de la institucionalidad del Estado, degradando y contaminando ese mar (un costo que cuando se calcule se van a ir de espalda), en todo este tiempo han tenido financiamiento por parte de fondos estatales y CORFO a innumerables proyectos de investigación productiva  (financiamiento a su vez siempre muy escuálido a la investigación científica ambiental y ecosistémica  ¡para que hablar de áreas protegidas!). Evidentemente, el Estado también les ha financiado, entre otras, infraestructura caminera y portuaria. Y para colmo, hasta les ha bonificado directamente con 131 mil millones de pesos, como en el caso de la contumaz (¡noruega!) Nova Austral que tiene diecinueve concesiones en el Parque Nacional Alberto de Agostini, dinero con el cual los empleados de esa empresa (que son el motivo del gobierno para no cerrarlos) podrían recibir directamente un tremendo sueldo. Por cierto, ese Estado, además, mediante su Congreso e institucionalidad les ha ajustado leyes y normativas a su regalado gusto y permitido y sido cómplice en todo tipo de ilegalidades de esta industria.

En cuanto al ninguneo ¿se referirán al lobby a todo dar que usan tener hasta con ministros? Finalmente, respecto al crecimiento infinito de esa industria, todo indica que ya toco techo, y que debiera crecer usando el mas de 60% de concesiones que tiene ociosas, de las cuales indudablemente una cantidad se encuentra en áreas protegidas, las que deberán ir abandonando para demostrar que son sustentables. En todo caso, todo indica que solo les queda la opción de crecer en tierra y en alta mar. Aunque pensamos sería mejor alimentar a los chilenos y al mundo directamente con la soya y peces de bajo costo con que alimentan sus salmones, un producto químico industrial de alto costo ambiental para consumidores de alto nivel adquisitivo.

Estructura salmonera a punto de irse a pique en medio del canal Picalito, con riesgo al transito

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