Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Llevamos varias semanas escribiendo sobre infravaloración de la naturaleza, de la triple crisis ambiental, de cambiar paradigmas, de neoliberalismo y especulación vs. planificación, ética y valores vs. negocios del capitalismo salvaje, de egoísmo vs. bien común. Mientras, la realidad, como aquella de las consecuencias del último frente de temporales en la zona centro-sur, nos da otra vez la razón. Y no es que seamos pitonisos, sino que no cuesta mucho predecir el resultado de brutalidades que transgreden no solo las leyes de la naturaleza, sino hasta el sentido común. Como cuando se construye sobre dunas, trasgrediendo toda normativa y lógica, pero haciendo un “buen negocio”, que es lo que vale hoy en día. O loteando y construyendo en la caja de los ríos u otros cauces, sacándole una buena plusvalía. De eso hay múltiples ejemplos. Mientras los ingenuos que son engañados o no les queda otra que instalarse ahí, a veces lo pierden todo, los personajes que hacen esos “buenos negocios” hoy en día están de presidente de la Bolsa o de Senador o en Miami disfrutando de la buena vida. Y claro, uno se pregunta ¿Cómo logran o pueden hacer eso? La verdad es que definitivamente en este país y probablemente otros más, todos tenemos los mismos derechos y somos iguales ante la ley, en el papel. Pero qué duda cabe, que hay algunos que son mas iguales a otros y la ley se interpreta y tiene resquicios que se los conocen muy bien. Y al final, prevalecen los contactos e influencias, tener una billetera abultada, tener buen abogado, tener un partido político de guardaespaldas.

La cuestión es que mientras prevalezcan solo los valores de mercado, se confunda a especuladores con empresarios, nos quedemos solo en las causas próximas sin revisar aquellas que llevan a éstas, prevalezca el antropocentrismo y prevalezcan los bajos valores, no hay mucha esperanza. Por eso vemos con escepticismo muchas iniciativas de la “modernidad” que a veces se ven bonitas o están bien intencionadas y lo mismo con promesas de cambio, pero si al fin y al cabo se rigen por los valores, ética, paradigma y modelo vigente, lo mas probable es que terminen por convertirse en otro desastre. ¡La triple crisis ambiental no es casual! Y claro, se supone que con tecnología lo arreglamos todo, pero si esa tecnología, por buena que parezca, se usa para tonteras o para destruir, no sirve de mucho. La ciencia y tecnología en manos inescrupulosas pueden ser muy peligrosas. ¡Las cámaras de gas, las bombas y otras armas de asesinato masivo, no las inventaron los campesinos precisamente! Y lo que pase con la robotización y la inteligencia artificial, que la pueden costear quienes tengan los medios como para eso, esta por verse a donde nos llevan. ¡No por casualidad ya hay varias importantes voces de alerta! Justamente, hemos estado perdiendo varias horas intentando escribir esta columna mientras nos bloquearon el sistema office poniendo todo tipo de vallas para que paguemos ese servicio. Así ira siendo con todo, ¡aprenda a usar gratis y después a cobrar se ha dicho! Internet, Facebook, youtube y otros en su tiempo eran toda una ilusión de libertad, ahora ya están llenos de propaganda, control y manipulación.

Y eso de pretender el crecimiento infinito y el progreso tecnocrático ¿con que recursos y energía sería? ¿Traerlos de la Luna y Marte? Si nuestro planeta ya esta sobreexplotado y nos pasamos de largo en el crédito anual de recursos ya hace como un mes mientras la población mundial sigue aumentando. ¿Cómo piensan que seguirá esto? En su tiempo no le creían al Club de Roma con los limites del crecimiento, y hoy no cabe duda que esos límites se están sobrepasando en todo. ¿Creen que eso no traerá consecuencias?

Por eso, vale poner atención también al estudio del Panel Intergubernamental para la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, IBPES, que en un trabajo de más de cien especialistas, propone cuatro enfoques hacia un futuro mas equitativo y sostenible: 1. reconocer la diversidad de valores; 2. incorporar valores diversos en la toma de decisiones; 3. Reformar políticas e impulsar un cambio institucional; 4. Cambiar normas y objetivos sociales. Por eso los acuerdos globales y objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU buscan integrar los valores naturales, no solo los valores de mercado. De ahí la importancia de valorizar el impacto espacial de los servicios ecosistémicos, las expresiones de personas sobre sus valores, el comportamiento de personas en relación con la naturaleza y la integración de diversas fuentes en un esfuerzo para procesos de decisiones mas inclusivas y respetuosas y la colaboración entre valores diversos. La invitación es al cambio de paradigma desde aquel antropocéntrico hacia uno biocultural de cohabitación y generar bienestar para el conjunto de seres que habitamos el planeta.