La Conservación de Santuarios de la Naturaleza en Aisén
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
La semana pasada estuvimos casualmente dedicados a todos los Santuarios de la Naturaleza de Aisén. Y no nos habíamos dado cuanta, hasta que el viernes estuvimos en una presentación sobre el Santuario Meullín- Puye de la Fundación Kreen, presentación en la que se argumentaba que están dedicados a la conservación de ese valioso y casi desconocido lugar.
Y justo unos días antes, habíamos enviado sendos reclamos -denuncia por daños al Santuario Capillas del Mármol y al Santuario de Quitralco. La verdad es que nuestros reclamos sobre los abusos en el Santuario de Quitralco ya vienen de algunos años atrás, con todo un informe de daños al Consejo de Monumentos Nacionales, CMN, y la Contraloría General de la República sobre las salmoneras de Marine Harvest, hoy MOWI, instaladas ahí. ¡Nunca obtuvimos respuesta! Y ahora vinimos a descubrir que en el Decreto que instaura ese Santuario menciona, junto a la necesidad de resguardar sus especiales características ambientales, que es vital la conservación de su ecosistema y fauna (huillines y cetáceos, entre otros) y la preservación de sus bellezas escénicas, “la posibilidad de la producción de recursos hidrobiológicos que deben mantenerse dentro de las normas ambientales para evitar el deterioro del ecosistema”. Pues, esa producción existía de antes del decreto y según la información ambiental (INFAS) de SERNAPESCA de años pasados no se respetan las normas ambientales ahí. Además, se observa basuras plásticas en las playas. Vale agregar que eso de las salmoneras que no deterioran el ecosistema es un oxímoron: es inevitable ese deterioro con el uso indiscriminado de antibióticos, plaguicidas, redes y cables en que queda atrapada la fauna, el escape de especies invasivas y el uso de embarcaciones y acido para el ensilaje de mortalidad. Además, nos encontramos con que tres de esas salmoneras se han modificado y tres se han ampliado para lo que requieren calificación ambiental, la cual ahí legalmente no debió haberse otorgado, de hecho eso último ocurrió en dos ocasiones cuando se lo recordamos a la institucionalidad.
Mientras, en el otro Santuario, el del Mármol, ahí el arquitecto C. Orellana diseño y construyó, sin autorización, en una de las islas una casa al interior de la roca, llamada “NotOna”, con una entrada de tremendo cubo en la playa y otras instalaciones, para el artista suizo Not Vital. La verdad es que lo mas probable es que ni siquiera supiesen que ese lugar es Santuario, ya que hasta hace algunos años no estaba claro que es lo que abarcaba éste. Si bien en la región se pensaba que el Santuario abarcaba solo las Capillas, en el decreto 281 de 1994 se lee que incluye una superficie de 50 Has. y en eso las Islas Panichine que están frente a Puerto Sánchez. Por lo demás, ese daño no es el único ahí y por eso desde hace años se trabajaba en un instructivo de uso para dicho Santuario, del cual nunca más se supo.
En todo caso, de ambos ejemplos vale aprender que el Consejo de Monumentos Nacionales, CMN, si bien declara con la mejor intención como área protegida por el Estado esos patrimonios naturales, a la hora de protegerlos, conservarlos, cuidarlos, brilla por su ausencia y no cuenta con recursos para ello. Por eso, no faltan quienes ven con escepticismo la declaración de áreas protegidas y las promesas de conservación, aparte de quienes definitivamente a éstas las encuentran conspirativas contra los intereses del desarrollo extractivista, predador y destructivo.
Y buscando el Santuario de la Naturaleza Meullin- Puye, en el sitio internet del CMN, ni siquiera aparece, mientras en el portal del Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio, si bien aparecen los títulos de los tres Santuarios de Aisén, solo aquel de las Capillas cuenta con fotografía. Es posible que esto suceda porque con la nueva ley del Servicio Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas, en trámite desde hace al menos ocho años en el Congreso, esos santuarios pasen a éste. Y dicen que hay toda una discusión sobre homologarlos a categorías del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Algo parecido pasa con los Bienes Nacionales Protegidos, donde desde hace algunos años se aprecia alguna innovación positiva en cuanto a involucrar a la comunidad, vecinos y municipios en su protección.
Es por todo lo anterior, que cuando se habla de la conservación, un concepto un tanto plástico, del Santuario Meullin – Puye, uno tiende a recordar aquella de los otros dos santuarios regionales. Por eso, nos parece que en este caso mas vale hablar de protección y que aquí hay una fundación que se hace responsable, involucrando a la comunidad vecina, en lo cual por cierto cuentan con nuestro apoyo.
(Foto del Estero de Quitralco, antes de las salmoneras)