Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

La noticia de estos días, es el anuncio de cierre de la Fundición de Ventanas, la que es parte de una de esas empresas que hicieron de Quintero y Puchungavi una zona de sacrificio. En abril pasado estuvimos ahí escuchando a la dirigencia ciudadana y mirando un poco el desaguisado. De hecho, lo primero que se ve al llegar allá, son unas tremendas chimeneas y cierta nebulosa, con lo que en los días que estuvimos nunca pudimos ver bien el paisaje industrial ese. El sueño o negocio de algunos, la pesadilla del vecindario y el pan de los esclavos modernos, muchos de ellos enterrados ahí llenos de metales pesados y cuerpo carcomido. Algo parecido a un Minamata chileno.

Ese parque industrial y energético es el corazón de la “modernidad” de la zona central de Chile, ahí llega el petróleo y el gas, ahí esta una de las ultimas termoeléctricas carboneras de las que depende esa zona, a la que se suma otra industria química y la famosa fundición y refinería de ENAMI, pasada a CODELCO, seguramente para salvarla, ya que lleva décadas de no ser rentable y de contaminación prácticamente irreversible. Vale recordar que fue adquirida en los gobiernos de J. Alessandri y E. Frei M. tras ser dada de baja en Alemania y desde entonces se come millones tratando de arreglarla. Dicen que CODELCO calculaba en 54 millones de US$ volverla menos contaminante, pero que para que quedase realmente bien se requiere  una inversión al precio de una fundición nueva. ¡Entonces mejor construir esa nueva y en algún lugar mas apropiado!  En todo caso, en esta historia que lleva décadas de parches y malgasto sin solución, en la cual Ventanas  evidentemente no es el único malhechor por ahí, décadas de abuso e incumplimiento del derecho constitucional a vivir sin contaminación, que ha contado con la hipocrecía y complicidad de varios gobiernos, declaración de zona saturada y hasta un plan de descontaminación, entre falso a incumplible. Así abundan los sacrificados en aras del “desarrollo y progreso” de otros que no viven ahí. Entre los sacrificados incluso se encuentran  los niños de la escuela aledaña, la cual que si existiese  planificación urbanística en Chile, no estaría ahí. De hecho, en su vecindad había proyectada un área verde, pero en vez, ahora está la contaminante termoeléctrica de  AES Gener. Eso, gracias a presiones desde EEUU de NA a la entonces presidenta Bachelet.

En todo esto, CODELCO, una empresa que se supone es de todos los chilenos, ha sido poco transparente, lo cual lleva a que sus trabajadores estén en pie de guerra.  Por eso, se hace necesario que así como el gobierno esta dando el ejemplo de consecuencia y valentía política, esa empresa entregue la información concreta ante las dudas que se han expresado. Esto, con respecto a su responsabilidad contaminante, en cuanto al futuro de sus trabajadores, en cuanto a que pasara con los concentrados que se fundían ahí y proyectos de nueva fundición, y también en cuanto a privatización. Y ahí hay todo un tema; buena parte de la producción minera en nuestro país se va en forma de concentrados al extranjero;  extractivismo puro, perdiéndose una gran cantidad de millones de US$ para el erario nacional. Fundir y refinar es agregar valor y rescatar subproductos, pero tiene costos, inclusive de descontaminación, en lo que nuestras fundiciones no son competitivas con aquellas de nuevas tecnologías y de gran escala como las chinas (y China es el país mas contaminante del mundo) o la de Aurubis en Hamburgo (que por lo demás, esta en un barrio industrial con un tremendo parque al lado en vez de escuela y viviendas).

Por otro lado, a muchos les molesta que se cierren empresas del Estado y se arriesgue la privatización de CODELCO por partes. En eso también se requiere claridad. Igualmente, en que se hará cumplir a las demás empresas contaminantes que suelen hacerse las santas, para eso al menos debe haber medición fiable de gases. En todo caso, nos parece muy bien y necesario que el Estado de el ejemplo.

Y claro, esta el tema de los sindicatos y trabajadores con conciencia social y ambiental, mi padre que era trabajador de CODELCO la tenía y algo de ella y conocer la minería y fundición por dentro, heredamos. El sindicalismo al igual que la política debe estar a la atura de los desafíos de su época.

Finalmente, vale comentar que ahí en esa zona de sacrificio, sí que hay gases y nube toxica, igual que el aire cargado de metales pesados mineros de Antofagasta y Arica, mientras se hace alaraca de que Coyhaique tiene el aire mas contaminado de América. A estas alturas, eso huele a maniobra distractiva. Claro, ahí es “solo” industria y minería intocables. Eso no significa que por aca exista contaminación, tal vez no tan terrible, pero la hay y con efectos de mas largo plazo. Y por eso, también vale un llamado al gobierno a tomar acá en las ciudades contaminadas por humo de leña, medidas de fondo, esas que los gobiernos anteriores dejaron en parche y a medias, igual que en Quinteros – Puchungavi.

 

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