El TTP y cuando las Transnacionales gobiernan el Mundo
EL TPP Y CUANDO LAS TRANSNACIONALES GOBIERNAN EL MUNDO
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
“Cuando las Transnacionales gobiernan el Mundo” es un excelente y muy bien documentado libro de 1998 del economista D. Korten, que analiza y muestra claramente los efectos de la globalización económica. Por ejemplo, como las primeras 71 economías centralizadas del mundo ahora son corporaciones transnacionales, que esas corporaciones tienen más poder que cualquier gobierno, como cinco compañías controlan más de la mitad del mercado global, como el 62,7% de los ingresos se va al quintil mas rico, como tras el crecimiento económico y expansión comercial de las últimas décadas en cinco veces se ha acelerado el incremento de la pobreza, cesantía, desigualdad, crímenes violentos, desintegración familiar y deterioro ambiental, y como se concentra el poder más allá de la fiscalización. También, que de una persona es un voto, ahora es, un dólar es un voto.
Por eso cuesta creer que haya parlamentarios que voten a favor de un tratado como el TPP 11 que hasta es contrario a su dignidad, porque se negoció en secreto, no lo pueden modificar y restringe la soberanía nacional. Y además, por el cual no se ha consultado a los pueblos indígenas, que aumentará los precios de los medicamentos, que atenta contra la soberanía alimentaria, que amenaza los derechos humanos, que es innecesario, del que no existen estudios que avalen sus beneficios, y en el que las leyes y regulaciones nacionales pueden ser impugnadas y pasadas a llevar por las corporaciones multinacionales limitando incluso la Constitución. Más aun, parlamentarios regionales como Leuquén y Calisto que debieran saber de los efectos de tratados anteriores, como el Mercosur sobre la ganadería regional y de las andanzas de mineras y pesqueras y salmoneras transnacionales.
Según el Nobel de Economía J. Stiglitz “El TPP dañara a las comunidades y solo beneficia a las grandes corporaciones. Chile no está ganando nada con el TPP que no tenga ya con los TLC y su aprobación solo empeora las cosas”. Según el Dr. en Ciencias Políticas y Mg. en Desarrollo, H. Atram, el TPP reduce soberanía, produce desregulación pública, obstaculiza políticas públicas y no provoca el crecimiento que dicen. Eso, porque la economía chilena ya está estancada por la dependencia extractivita exportadora de recursos naturales y es necesario que el Estado promueva la diversificación. El TPP entrega a arbitraje jurisdicción sobre cortes nacionales, de lo que ya hay precedentes nefastos en otras partes. El TPP reduce aún más la capacidad del Estado en proteger la salud, el ambiente y los temas sociales.
Valga como ejemplo de cómo nos expolian las transnacionales en complicidad con la casta político-económica: Según una publicación del Financial Times, la ONU está llamando la atención sobre una multimillonaria evasión tributaria minera, en África y Chile. Evasión que supera la inversión directa extranjera. Esto se produce por inconsistencias en la facturación minera chilena y que suman US$ 44 mil millones. Los operadores están manipulando las facturas y estadísticas en complicidad de ambos lados. Así los minerales salen a precios muy bajos y son comprados por mercaderes en los países desarrollados, pero luego los envíos desaparecen. Si las ventas saliesen a precios normales, se debería pagar mas impuestos que ayudarían a esos países. Al respecto la Secretaria General de la Unctad, Mukhiba Kituyi, señala: “ Los gobiernos deberían repensar sus políticas de desarrollo. Si el nivel de pérdida es cercano a lo que las cifras indican, entonces la narrativa del desarrollo no es sobre más inversión, sino frenar el saqueo. Esto es mas de todo el flujo de inversión extranjera directa hacia África, por ejemplo”. Al respecto valga complementar que según J. Lavandero, el 51% del cobre chileno sale como concentrado y sin ser fiscalizado, no transándose en bolsas de metal, perdiéndose mas de 40 mil millones de dólares al año, lo que equivale a un 60% del presupuesto nacional, un saqueo con cuyo valor se podría financiar la educación, vivienda, empleos, pensiones y salud que reclaman los chilenos. Si se revisa otros sectores, como la salmonicultura seguramente vamos a encontrar, al menos, que tampoco las ganancias quedan en la región que las origina y que se lleva las externalidades.
Entonces ¿Qué sentido tiene insistir en seguir con y facilitar estas “inversiones” saqueadoras, que bien sabemos se mofan de las normativas nacionales, llegando incluso a causar la muerte a sus trabajadores o a dejarlos cesantes declarándose en quiebra y eludiendo sus responsabilidades? ¿ La idea es darles aún mas poder y facilidades para saquearnos, para volvernos aún más dependientes, para restringir aun mas nuestras leyes, libertades y soberanía?